Nos conocimos en 2012 mientras servíamos en la Red de Adolescentes de la IACYM Pueblo Libre. Desde entonces, compartimos el deseo de impactar la vida de jóvenes, aprendiendo juntos a servir y a crecer en nuestra fe. Uno de los momentos más importantes de esta etapa fue la creación de LEVEL UP, una red para jóvenes universitarios diseñada desde cero. Este proyecto nos llevó a buscar formas creativas de compartir el evangelio de Jesús, y en ese camino descubrimos CIMA, un programa en Chile que marcó un antes y un después en nuestras vidas.

Fuimos a CIMA con la expectativa de asistir a un evento juvenil como un congreso o campamento. Sin embargo, nos encontramos con algo mucho más profundo: una semana enfocada en la misión de Dios y en cómo los jóvenes latinos podían ser parte de ella. Fue allí donde entendimos la magnitud de la misión de Dios y confirmamos que debíamos formar parte de ella. Aunque Yhordan ya sentía este llamado en su corazón, para Sandra fue un momento de claridad y transformación.

Nos propusimos entonces prepararnos en PRISMA, la escuela misionera de MOVIDA en Suiza. Pero en 2020, la pandemia nos llevó a postergar ese sueño. En 2021 nos casamos y comenzamos a construir una vida estable, con trabajos sólidos, un nuevo departamento y las comodidades del día a día. Aunque hablábamos de PRISMA, lo veíamos como un sueño lejano.

Fue una noche a finales de 2022, mientras hablábamos sobre Nicodemo y cómo Jesús lo llamó, cuando nuestras vidas volvieron a dar un giro. Reflexionamos sobre cómo Nicodemo estuvo a punto de obedecer, pero nunca lo hizo. En ese momento, nos miramos y supimos que no queríamos ser ese “casi”. No queríamos quedarnos tan cerca. Queríamos ir.

Semanas después, nos inscribimos en PRISMA. Comenzamos a ahorrar los casi 15,000 euros que costaba el viaje para los dos, llenos de entusiasmo y con la convicción de que era el camino correcto. En paralelo, seguimos sirviendo en nuestra iglesia y avanzando en los preparativos. En agosto de 2023, viajamos a Argentina para una reunión de voluntarios de Movida, y todo parecía estar en marcha.

Sin embargo, a finales de septiembre del mismo año, nuestras vidas dieron otro giro inesperado. Sandra tuvo un retraso que no esperábamos porque estábamos planificando cuidadosamente nuestra familia. El 6 de septiembre confirmamos que estábamos esperando un bebé. La noticia nos tomó por sorpresa. Fue un momento anecdótico en el que nos sentimos como adolescentes asustados. Al principio, sentimos pena porque nuevamente debíamos postergar PRISMA, ya que no había precedentes de familias que se prepararan en la escuela.

A pesar de todo, seguimos sirviendo en la iglesia y en Movida, y en febrero de 2024 asistimos al CIMA Nacional en Arequipa, esta vez acompañados por Aikana, quien ya crecía en el vientre de Sandra. Durante el evento, mientras vivíamos el impacto de la misión y veíamos cómo nuestra pequeña familia iba tomando forma, surgieron muchas dudas y temores. ¿Cómo íbamos a manejar la misión con una bebé?

Unos meses después, recibimos una noticia que no esperábamos: en la escuela de PRISMA estaban creando espacios para familias, y ¡nos confirmaron que podríamos asistir con Aikana! Esa noticia nos llenó de esperanza y renovó nuestro compromiso con el proyecto.

Aunque seguimos enfrentando miedos porque ahora viajaremos con nuestra pequeña gordita, hemos decidido retomar este llamado con más fe que nunca. No sabemos exactamente hacia dónde nos llevará el Señor, pero estamos dispuestos a decir: “Heme aquí”.

Hoy, somos Yhordan, Sandra y Aikana, una familia que ha decidido obedecer y confiar en el propósito de Dios. Estamos convencidos de que nuestra aventura en PRISMA es solo el comienzo de algo mucho más grande, y queremos invitarte a ser parte de esta misión con nosotros.